El llamado “síndrome de las ventanas” es una realidad que afecta a un gran número, por no decir a la mayoría de las personas. Debido a la necesidad de repartir la atención entre diferentes tareas, se pierde concentración en la realización de las mismas. Poco a poco, la capacidad de concentración se ve mermada de tal forma, que es muy complicado recuperarla y esto hace mella en los estudios del sujeto o en su vida profesional.
Este síndrome se hace más patente si cabe en los jóvenes, usuarios por excelencia de las nuevas tecnologías. Las nuevas generaciones están desarrollando un una serie de conductas que conllevan una falta de atención y concentración fundamentales a la hora del estudio. Este hecho empieza a preocupar profesores por la traba que supone en el proceso de enseñanza – aprendizaje.Una posible solución sería proponer a los alumnos tareas concretas o estimulantes que no les permitan distraerse con otro tipo de actividades. Una buena forma de conseguirlo creo que serían los trabajos en grupo ya que la responsabilidad de no quedar mal ante los compañeros motiva a los alumnos a esforzarse.En mi opinión este síndrome de las ventanas puede tener más trascendencia de la que en principio puede aparentar ya que el uso de las nuevas tecnologías es cada vez mayor y los síntomas se pueden agravar enormemente. Como dice este autor si todo continúa por este camino, conseguir la concentración y la atención de los alumnos será un reto difícil de superar para los docentes.
Este síndrome se hace más patente si cabe en los jóvenes, usuarios por excelencia de las nuevas tecnologías. Las nuevas generaciones están desarrollando un una serie de conductas que conllevan una falta de atención y concentración fundamentales a la hora del estudio. Este hecho empieza a preocupar profesores por la traba que supone en el proceso de enseñanza – aprendizaje.Una posible solución sería proponer a los alumnos tareas concretas o estimulantes que no les permitan distraerse con otro tipo de actividades. Una buena forma de conseguirlo creo que serían los trabajos en grupo ya que la responsabilidad de no quedar mal ante los compañeros motiva a los alumnos a esforzarse.En mi opinión este síndrome de las ventanas puede tener más trascendencia de la que en principio puede aparentar ya que el uso de las nuevas tecnologías es cada vez mayor y los síntomas se pueden agravar enormemente. Como dice este autor si todo continúa por este camino, conseguir la concentración y la atención de los alumnos será un reto difícil de superar para los docentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario